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La tarde de este viernes se registró un temblor en CDMX y en algunas zonas del centro del país, el cual, de acuerdo con datos del Servicio Sismológico Nacional (SSN) tuvo una magnitud preliminar de 5.2 grados, con epicentro a 12 kilómetros al sur de Iguala, en el estado de Guerrero.
Todo iba bien este viernes 28 de febrero cuando, de manera repentina, comenzó a sentirse un ligero movimiento, mismo que fue reportado a través de las redes sociales.
Las y los habitantes de la Ciudad de México y de otras partes del país experimentaron un sismo más, el cual, por desgracia, no fue avisado por la alerta sísmica, sorprendiendo a todos en sus lugares de trabajo, sus casas, plazas o centros comerciales, etcétera.
Minutos más tarde, el propio Servicio Sismológico Nacional confirmó que la magnitud del sismo que se percibió en CDMX fue de 5.1 grados.
De igual forma, hace unos instantes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reveló que no hubo afectaciones y que continúan los recorridos para la evaluación de posibles daños en las zonas donde se sintió.
¿Por qué no sonó la alerta sísmica?
El temblor en CDMX sorprendió a todos, pero no fue por el hecho de que haya sonado la alerta sísmica, sino todo lo contrario, pues esta se mantuvo en silencio.
Poco a poco, a través de redes sociales fueron llegando las noticias y las imágenes del susto que se llevaron los habitantes de la capital al sentir el movimiento de la tierra.
Asimismo, por medio de sus canales oficiales, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) reveló que este temblor en particular “no ameritó aviso de alerta porque la energía radiada por el sismo durante los primeros segundos no superó los niveles de activación”.
Así que, si te preguntabas por qué no sonó la alerta tras el temblor registrado en CDMX, según informó el SASMEX, esto se debe a que no fue tan fuerte y, por tal motivo, no ameritó su activación.
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