Ñublense fracasó en la Copa Libertadores, pues quedó fuera en la fase 2 ante Boston River tras caer por 1-0 en Montevideo e igualar 1-1 en Chillán. Aquella decepción terminó en la salida de Francisco Arrué, DT que no alcanzó a cumplir cuatro meses desde su oficialización.
Los Diablos Rojos buscan un nuevo entrenador. La banca chillaneja se ha vuelto difícil y Cristian Caamaño piensa que el fantasma de Jaime García aún sigue penando en Paso Alejo.
“El club sabe que está contratando un entrenador medianamente novato, sin ninguna experiencia en el campo internacional y que podría tener quizás algunos errores en esta primera parte de la temporada. Pero aquí no hubo chances de siquiera darle la posibilidad de recuperar el vuelo. Simplemente no se cumplió el objetivo, a partir pagar una indemnización a que venga otro técnico, a que acepte las reglas del juego que significa dirigir Ñublense”, expresó el periodista en Deportes en Agricultura.
El profesional de las comunicaciones piensa que el legado del Búfalo le está pesando a sus sucesores en el club: “Todos coincidimos en que hace mucho tiempo el fantasma de Jaime García le juega en contra a estos entrenadores que no arrancan de buena forma. Le costó a Caputto. Mario Salas se salvó porque llegó a la final de la Copa Chile, pero por lo bajo los dirigentes, que llegó a la final superando solo a equipos de Primera B”.
“Que se le fue abriendo el cuadro y solamente le permitió llegar a este torneo internacional superando a equipos de Primera B y en la final perdió con la U, porque en el torneo regular terminó noveno. Una cosa por otra”, añadió sobre el proceso vicecampeonato de la Copa Chile con el Comandante.
Se preguntan por qué Ñublense contrató a Francisco Arrué
Caamaño queda con una interrogante para la dirigencia de los Diablos Rojos: “Bajo a ese prisma, habría que preguntarles a los dirigentes de Ñublense por qué llevaron a Pancho Arrué”.
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