En la Cámara de Diputados, integrantes de la fracción parlamentaria del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) propusieron implementar una licencia laboral “por violencia de género”, que tendrá vigencia de hasta 15 días.
La diputada Alma Lidia de la Vega y el diputado Fernando Castro, pidieron implementar la medida y establecer candados para que las trabajadoras que la usen, no sufran represalias en el empleo.
La condición para acceder a esa nueva licencia, es demostrar que son víctimas de violencia de género, presenten denuncia formal ante el Ministerio Público y obtengan una constancia un Centro de Justicia para las mujeres y otras instancias de atención a víctimas y protección de derechos humanos.
Los cambios a la Ley Federal del Trabajo establece que el empleador tendrá prohibido despedir, coaccionar, intimidar, discriminar o tomar represalias contra las trabajadoras que hagan uso de la licencia en cuestión.
Si los patrones incurren en esa conducta, la afectada podrá reclamar la reinstalación si es despedida, o si así lo elige, recibir una indemnización de hasta tres meses de salario, sin prejuicio de otras acciones legales que quiera emprender.
La norma laboral establecerá que las mujeres tendrán los mismos derechos que los hombres en el trabajo, sin importar si tienen responsabilidades familiares o no, se asegurará la igualdad sustantiva en el trabajo y a la perspectiva de género.
Las empleadas podrán acceder a la licencia por violencia de género, con goce de sueldo hasta por 15 días, con el fin de que puedan acudir ante la justicia, recibir atención médica o psicológica, buscar refugio, para lo cual el empleador estará obligado a evitar cualquier discriminación o represalia en su contra.
La licencia se otorgará cuando la persona presente denuncia formal por violencia de género; entregue una constancia expedida por un Centro de Justicia para las Mujeres, refugio especializado, Comisión Nacional o Estatal de Derechos Humanos, Unidad de Atención a Víctimas por Violencia de Género o una institución pública u organizaciones sociales especializadas en atender a víctimas en su tipo.
También, cuando se hayan emitido a su favor medidas de protección por parte de una autoridad judicial o administrativa; y cuando exista una resolución emitida por un juez competente que acredite la existencia de la violencia de género.
Mientras la trabajadora esté de licencia por violencia, conservará todos sus derechos laborales, incluyendo el salario, las prestaciones y la antigüedad.
La iniciativa añade que la licencia podrá utilizarse de manera continua o discontinua, y sólo podrá tener una prórroga de otros 15 días cuando el caso se justifique.
Si las condiciones establecidas en la ley se cumplen, el empleador no podrá negar la autorización de la licencia.
La solicitud correspondiente deberá entregarse por escrito y con los documentos necesarios adjuntos, al área de recursos humanos del centro de trabajo o la autoridad laboral competente.
Si la violencia es extrema y se agota la licencia y su prórroga, la empleada podrá solicitar otra licencia, en ese caso sin goce de sueldo y hasta por 30 días hábiles, aunque, se deberá garantizar la conservación del empleo y sin comprometer el salario.
En artículos transitorios, los morenistas plantearon que la Secretaría del Trabajo deberá emitir lineamientos para regular la entrega de dichas licencias, contando con apoyo técnico de la Secretaría de las Mujeres y en un plazo no mayor a 60 día naturales, a partir de la entrada en vigor de la norma.
También, se habrán de promover campañas de difusión sobre la licencia por violencia, en caso de que la reforma sea aprobada y entre en vigor.
Violencia de género, alarmante
En la argumentación, la diputada De la Vega Sánchez y el diputado Castro Trenti, reconocieron que la violencia de género es una “realidad alarmante” que afecta a miles de mujeres en México y que tiene efectos negativos en todos los aspectos de la vida de las víctimas, incluyendo el laboral.
Recordaron que la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021 (ENDIREH), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reportó que 7 de cada 10 mujeres han sido víctimas al menos una vez en la vida, de algún tipo de violencia.
Las agresiones de tipo psicológico resultaron ser las más frecuentes, con más del 51 por ciento; seguidas por la violencia de tipo sexual, con más del 49 por ciento, aunado a que esas conductas se cometen principalmente en la “comunidad”, en más del 45 por ciento de los casos.
En el ámbito de las relaciones personales y de pareja, la problemática se presenta en casi el 40 por ciento de los casos; y con una incidencia del 20 por ciento en el ámbito laboral, enfatizaron.
Los promoventes señalaron que esos datos son muestra de la grave situación que tiene implicaciones negativas para el bienestar, estabilidad labóralo y el desarrollo profesional de las víctimas.