Fue en agosto del año pasado cuando Maura Rivera anunció a través de sus redes sociales que habían puesto a la venta su lujosa mansión ubicada en Viña del Mar. ¿La razón? Junto a su marido, el ex futbolista Mark González, habían decidido radicarse, de manera definitiva, en Estados Unidos, país en el que ya llevaban residiendo hace más de un año.
“Hay otros planes de inversión y además nos estabilizamos en Miami”, indicó Maura Rivera en la oportunidad, respecto del devenir de su familia.
Sin embargo, desde que compartió la noticia de la puesta en venta de la casa, lugar donde además la pareja se casó, aún esta sigue sin interesados. Sobre esa situación se refirió la bailarina, en medio de una dinámica de preguntas y respuestas a través de su cuenta de Instagram.
“No es para nada rápido vender una casa así, siempre lo supimos… Apenas lleva un par de meses en el mercado. No tenemos apuro. Por mientras sigue funcionando como centro de eventos”, detalló en la ocasión Maura Rivera, refiriéndose al inmueble donde también hoy funciona “House of Mark”.
Llena de placeres
Cabe señalar que la propiedad de Maura Rivera y Mark González fue escenario de la teleserie “Cerro Alegre”. En sus dependencias se grabaron algunas de las escenas de la producción, en medio de tomas que aludían a la celebración de Año Nuevo.
El valor de la vivienda, de acuerdo a lo que consigna el portal de bienes raíces donde se promociona, es de 66.000 UF; esto es, cerca de $2.500 millones de pesos. Está emplazada en un terreno de 1.576 metros cuadrados, de los cuales, 800 están construidos. En su interior consta de 7 dormitorios y 10 elegantes baños, y living y comedor separados emplazados en parquet vitrificado.
Suma un quincho y otra dependencia destinada como sala de cine, con ocho butacas. El sector incluye una piscina temperada con vista al mar, un área de banquetería, lavandería, bodega, cerco eléctrico y un sofisticado sistema de seguridad.
Un palacete lleno de placeres que disfrutaron Maura Rivera y su familia, pero que aún nadie se ha atrevido a gozar como su nuevo dueño.
